No cabe duda de que Madrid es una de las ciudades más atractivas de Europa. A sus propuestas culturales y de ocio hay que sumar su larga trayectoria histórica y el carácter hospitalario de sus habitantes. Muchos son los lugares emblemáticos de la capital madrileña, desde la Plaza Mayor hasta el parque del Retiro o el Museo Reina Sofía, dedicado al arte contemporáneo. Pero nada más popular que la Puerta del Sol, uno de los puntos más concurridos de la ciudad y testigo de algunos de los acontecimientos más señalados de nuestra historia reciente. Pero qué ver, qué hacer en este lugar que cada año visitan miles de turistas.
Un poco de historia
La Puerta del Sol es el centro de reunión más importante de la ciudad. Es centro de reunión y centro geográfico, pues aquí se encuentra otro de los iconos de la capital, el célebre kilómetro cero. Su origen se remonta al siglo XVI, a raíz de la rebelión de los comuneros y la necesidad de proteger el enclave urbano, pero no fue hasta mucho después cuando se constituyó como plaza.
Muchos de sus edificios se perdieron en su paso a la modernidad, como la Iglesia del Buen Suceso o el Convento de Nuestra Señora de las Victorias, pero otro subsisten como la Casa de Correos, que actualmente alberga el reloj que da la bienvenida al nuevo año. Lugar ya de tránsito continuo en los albores de la edad contemporánea con los célebres tranvías, se convirtió a finales del siglo XX en un espacio abierto y peatonalizado a sus visitantes. Mucho hay qué ver y disfrutar en esta zona de la capital madrileña.
Qué ver en la Puerta del Sol
Uno de sus lugares más emblemáticos es, sin duda alguna, el espacio dedicado a la estatua del Oso y el Madroño. Su origen heráldico remite al siglo XII. En el escudo se pueden apreciar siete estrellas, referencia iconográfica a la constelación de la Osa Mayor, por lo que se cree que el oso tiene género femenino y es, en realidad, una osa.
Además de la popular Casa de Correos, otra figura asociada a la capital es la estatua ecuestre de Carlos III, uno de los reyes que más se preocupó por la ciudad. No en vano fue apodado “El mejor alcalde de Madrid”. Carlos III, respondiendo al espíritu y las directrices de la Ilustración, adecentó sus calles, mejorando la iluminación y el empedrado. Hay más qué ver en esta popular plaza, pero qué hacer durante nuestro tiempo de vacaciones.
Qué hacer en Puerta del Sol
La zona de la capital madrileña comprende también sus calles adyacentes, calles que ya figuran en el imaginario popular, como Mayor, Arenal o la Carrera de San Jerónimo, entre otras muchas. Una de las más representativas es Preciados, la calle de compras por antonomasia. Ubicada entre Callao y la Puerta del Sol, ofrece al visitante múltiples propuestas en ropa de marca, libros o electrónica. No en vano aquí se encuentra El Corte Inglés, uno de los centros más populares en este ámbito.
Pero qué hacer si decidimos tomar un descanso en nuestra visita turística. En ese caso nada mejor que aventurarnos por los bares de tapas del barrio madrileño, como Casa Labra, conocida por su jamón ibérico y sus croquetas de bacalao. Populares son también La Mallorquina, con su deliciosa repostería, y las tabernas ya de camino a la Plaza Mayor.